Luego de varias décadas, una de las piezas clásicas del cine de los 80s del director Steven Spielberg, E.T. finalmente obtuvo una secuela en forma de un comercial de Comcast de cuatro minutos de duración, el cual retoma la historia original, pero treinta y siete años después, la noche de Thanksgiving.
Para aquellas nuevas generaciones que no tienen conocimiento del filme, la historia sigue a un alienígena, cuya familia lo dejó accidentalmente en la tierra y se hace amigo de un chico igualmente solitario llamado Elliott (Henry Thomas).
La cinta es conocida por ser una de las obras más personales del cineasta, inspirada en parte en el divorcio de sus propios padres cuando era niño. Por la misma razón, Spielberg siempre ha sido ferozmente protector de la película y su legado, mismo que fue éxito de taquilla y aún ocupa el puesto número 21 en la lista de las películas más taquilleras de todos los tiempos. A pesar de ello, la posibilidad de una secuela, nunca ha llegado a buen término.
El comercial es bastante dulce y casi se siente más como una secuela de cortometraje de ET, en lugar de un anuncio. Esto explicaría el por qué Spielberg le dio su visto bueno.
En su declaración sobre el comercial, Henry Thomas, quien repite su rol original indicó: "Mirando los guiones gráficos, pude ver exactamente por qué Steven estaba realmente detrás de esto, porque la integridad de la historia no se pierde en esta narración". De hecho, incluso en las partes del anuncio que son más pesadas en la colocación del producto, ET y Elliott nunca se comportan de una manera que se siente irrespetuosa con la película original de Spielberg.
Es conmovedor que E.T. visite a Elliott de adulto, solo para pasar tiempo con él y su familia, además de llevar a sus hijos a andar en bicicleta. Una especie de secuela bastante tierna e inesperadamente linda que ha conmovido a todos.