Con 83 años, la actriz inglesa Julie Andrews recibió con emoción de manos de Luca Guadagnino, director del festival, el León de Oro honorífico de la Mostra de Venecia a su trayectoria actoral, indicando que el éxito tan súbito, fue al principio como un ataque para ella. Andrews tuvo la singular experiencia de filmar tres películas consecutivas antes de que éstas se estrenaran, y dos de ellas pasaron a ser clásicos: 'Mary Poppins' y 'The Sound of Music' (“La novicia rebelde”).
Ella se expresó muy agradecida por su éxito y dijo que siente que se ha pasado la vida corriendo para mantenerse al día. 'Soy una privilegiada por haber dedicado mi vida profesional a las artes cinematográficas'.
Cuando se le preguntó si había algo que demostrara que no es “prácticamente perfecta en todos los sentidos”, como su entrañable Mary Poppins, reveló que no sabe cocinar y que dice muchas groserías.
También aprovechó su discurso para saludar a 'la gran cantidad de talento joven' en la industria del cine. 'Les pido que sean fieles a su visión y a sus sueños', aseguró Andrews, quien dio gracias a todos por el apoyo continuo a la industria, que permite que la magia siga viva en la pantalla.
Por otro lado Guadagnino indicó: 'Ella es un icono de los siglos XX y XXI, que aporta un clasicismo olímpico a todo lo que hace. Su elegancia se ha convertido en un valor absoluto'.