La Asociación de Directores y Directoras de Cine (ACCIÓN) concede su Premio ACCIÓN de Honor 2025 a Fernando Trueba, uno de los cineastas más influyentes y queridos del cine español “por ser un referente para todos. Un director inteligente y versátil que, desde su Ópera prima, ha sabido dotar a la comedia -y al cine en general- de una elegancia y una humanidad que han traspasado fronteras. Guionista y excelente director de actrices y actores, Trueba sigue plenamente en activo y nos ha regalado grandes momentos que son ya parte de la historia del cine. Cuando recogió el Oscar por Belle Époque, dijo que no creía en Dios, sino en Billy Wilder. Nosotros, Fernando, creemos en ti”.
El galardón se entregará el sábado 25 de octubre en la Academia de Cine, durante la gala de los II Premios ACCIÓN, presentada por Mabel Lozano y Secun de la Rosa.
Los premios cuentan con el patrocinio de la Comunidad de Madrid, en el marco de la Semana del Cortometraje de Madrid, y con la colaboración de EGEDA, DAMA y SGAE.
Fernando Trueba pertenece a una generación que hizo del cine su forma de entender el mundo. Crítico antes que director, se forjó como espectador lúcido y apasionado, y esa mirada analítica atraviesa toda su obra. Desde su debut con Ópera prima (1980), película clave de la movida madrileña, su filmografía se caracteriza por una mezcla única de sensibilidad, humor y humanismo.
Trueba es, ante todo, un contador de historias que observa la vida con ironía y ternura, un director que entiende el arte como un gesto de hospitalidad. Su cine se mueve entre la melancolía y la alegría, entre la palabra y la música, entre la memoria y la imaginación.
Ganador de un Oscar, nueve Premios Goya, el Premio Nacional de Cinematografía y expresidente de la Academia de Cine, Trueba ha construido una filmografía tan diversa como coherente. Entre sus títulos más reconocidos figuran El año de las luces, Belle Époque -ganadora del Oscar a la Mejor Película en Habla No Inglesa-, La niña de tus ojos, Chico y Rita, El artista y la modelo y El olvido que seremos.
Su filmografía abarca más de cuatro décadas de trabajo en las que ha explorado distintos géneros con una mirada personal y coherente. Su cine se caracteriza por la atención al detalle, la sensibilidad hacia la música y la memoria, y un equilibrio constante entre emoción, humor y reflexión.
A lo largo de más de cuatro décadas, Trueba ha cruzado géneros y fronteras. Ha rodado en español, inglés y francés; ha trabajado con intérpretes como Penélope Cruz, Antonio Banderas, Javier Cámara, Maribel Verdú, Fernando Fernán-Gómez, Jean Rochefort o Claudia Cardinale; y ha explorado el cine musical con la misma devoción que la comedia o el drama.
En Calle 54 y El milagro de Candeal filmó la música como conversación entre almas; en Chico y Rita convirtió la animación en jazz visual; y con El olvido que seremos transformó la memoria en una oda luminosa a la dignidad humana.
En 2024 estrenó Isla perdida, rodada en inglés con Matt Dillon, Aida Folch y Juan Pablo Urrego, y presentada en el Atlàntida Mallorca Film Fest.
En 2025 ultima la posproducción de Bajañí, una serie musical de cuatro capítulos producida por Womack Studios, que se estrenará en 2026. El proyecto recorre Nueva York, São Paulo, Madrid y Almería, explorando el diálogo entre el flamenco, el jazz y la música brasileña, con la participación de Caetano Veloso, Ron Carter, Rubén Blades, Kenny Barron, Marisa Monte, Estrella Morente y Soleá Morente, entre otros destacados artistas.
Además, prepara una comedia ambientada en los años 60, una historia íntima y personal que rodará en Madrid en 2025. “Tiene cosas de mi vida, pero no es una autobiografía. Es una película sobre lo que soy y sobre lo que amo”, ha señalado.
Su presencia en festivales internacionales y su implicación con proyectos que promueven la democratización del cine -como SMARTFILMS, donde participó como jurado y mentor de jóvenes creadores- confirman su compromiso con las nuevas generaciones y con la libertad creativa.
El cine de Fernando Trueba combina sensibilidad, humor y una profunda conexión con la música y la memoria. A lo largo de su trayectoria ha retratado con honestidad a personajes que buscan la belleza en la vida cotidiana, consolidando una obra reconocible y libre, ajena a modas y tendencias.