pedro almodovar donostiaPor Daniela Creamer.
‘Hagamos lo posible por que las grandes tragedias solo sean ficción’ fueron palabras que destacaron durante su largo discurso de agradecimiento del director manchego Pedro Almodóvar al ser honrado en el Festival de Cine de San Sebastián con el Premio Donostia, luego de haberse convertido en el primer español en alzarse con el León de oro en el reciente Festival de Cine de Venecia por su primer largometraje en inglés ‘The Room Next Door’, la cual marca un hito en la carrera realizador español, quien ha sido ampliamente reconocido por sus dramas enérgicos, coloridos y emocionalmente intensos en su lengua materna.

Almodóvar es un cineasta que siempre ha mantenido una conexión íntima con la cultura española, por lo que el paso al inglés no es solo un cambio de idioma, sino un nuevo terreno en su exploración cinematográfica.

“El cine me lo ha dado todo. Y para mi es una bendición o una maldición, no intuyo otro tipo de vida que el de escribir y dirigir sin pausa” afirmó el cineasta de 75 años al recibir el merecido premio de manos de la actriz británica Tilda Swinton, una de las protagonista de su última película y quien reconoció la contribución sin igual a la cultura mundial. “Tu obra es buena para el mundo. Vivirás para siempre”, enfatizó.

Repasó su vida y dijo que desde niño el cine le ayudó a evadir la dura realidad de su vida de aquel entonces. ‘Mi vida no tiene sentido sin el cine’, agregó.

‘Desde pequeño en el cine vi una realidad que era mejor que la mía’, comentó el ganador del Oscar.

Adicionalmente mencionó que si un día le falla su mente, seguirá haciendo películas. ‘Serán malas, seguro. Pero estoy dispuesto, porque la alternativa es el vacío’, dijo.

Durante su intervención, tuvo palabras de agradecimiento al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por apoyar con su presencia en la ceremonia a la cultura. Se tomó un momento para nombrar al enorme talento que ha trabajado con el durante muchos años, como Penélope Cruz, Carmen Maura, Antonio Banderas, Cecilia Roth y Rossy de Palma.

AsÍ fue aclamado, con una gran ovación, la presencia de Almodóvar puso de pie a todo el auditorio del Kursaal, sede del festival. Cabe destacar que uno de los aspectos interesantes de su nuevo filme ‘The Room Next Door’ es cómo Almodóvar logra trasladar su estilo característico a un nuevo idioma, sin perder su esencia.

En entrevistas, Almodóvar ha comentado que para él, esta transición fue un desafío creativo, pero también una oportunidad para experimentar con una narrativa distinta, aunque manteniendo su enfoque en personajes complejos, especialmente femeninos. Ha declarado: “La lengua cambia la cadencia, el ritmo, pero no la emoción. Mi cine siempre ha sido sobre las emociones humanas, y eso no tiene idioma”.

Almodóvar también explicó que una de las razones para hacer esta película en inglés fue su deseo de llegar a una audiencia más amplia sin perder su visión artística. Esto es notable en “La habitación de al lado”, donde se siente la dualidad de un Almodóvar más sobrio en algunos aspectos, pero manteniendo su audaz manejo de la estética, los colores saturados y las dinámicas de poder que siempre están presentes en sus relatos.

El tema central de la película, como muchas de las obras de Almodóvar, es la exploración de los secretos ocultos entre las personas, el aislamiento emocional y la búsqueda de conexión.

“La habitación de al lado” gira en torno a personajes atrapados en sus propios mundos, luchando por romper barreras emocionales y comunicarse. En este sentido, Almodóvar declaró que el título mismo es una metáfora: “Todos estamos a un paso de conectar con alguien más, pero a menudo hay una pared invisible que lo impide. Esta película trata de esos intentos de derribar esa pared”.


La presencia de personajes femeninos fuertes sigue siendo un pilar de su cine, incluso en esta película en inglés. Las protagonistas siguen teniendo una carga emocional intensa, y Almodóvar sigue brindando espacios para que ellas expresen su complejidad, su dolor y su fuerza interior.

Para él, el cine es “un lugar donde las mujeres pueden ser heroínas de sus propios relatos”, algo que no ha cambiado con el cambio de idioma. En cuanto a la dirección, “La habitación de al lado” tiene un ritmo pausado, que contrasta con algunas de sus películas más frenéticas, lo que refleja una evolución en su estilo.

Almodóvar comentó que al trabajar con actores en inglés, sintió la necesidad de adaptar su dirección: “El idioma trae una forma distinta de interpretar, y eso me llevó a ser más preciso, a escuchar más los silencios”.

Esta observación es clave para entender la película, que se construye tanto en lo que se dice como en lo que se deja sin decir. En resumen, “La habitación de al lado” es un puente entre el Almodóvar que conocemos y uno que se atreve a cruzar fronteras, no solo lingüísticas, sino también emocionales.

La película conserva la esencia de su cine: la exploración del deseo, la identidad y las relaciones humanas, pero lo hace en un contexto diferente. Aunque es una apuesta arriesgada, Almodóvar demuestra que su capacidad para contar historias íntimas y universales trasciende cualquier idioma

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